08 Feb Volver a empezar
Volver a empezar – Marisa Richelle Psicóloga
Todos tenemos problemas: de salud, pareja, de estrés en el trabajo, con la educación de los hijos o esos kilos de más que nos hacen sentir incómodos…
El comienzo del año nos da ese ápice de motivación para mejorar ciertos hábitos y lograr nuestros objetivos.
Sin embargo, ya ha pasado enero y… ¿Qué tal van esos propósitos?
Lo normal tras unas semanas es que esa motivación inicial decaiga y volvamos poco a poco a nuestros antiguos vicios. En este artículo quiero exponeros una de las razones por las que ocurre este ciclo vicioso.
Os adjunto una representación gráfica que describe nuestros procesos de hacer y sentir.
Nuestras palabras delatan nuestros pensamientos. A través de lo que nos decimos y cómo interpretamos nuestro entorno nos sentiremos de una forma u otra, lo que determinará cómo actuamos.
Parece lógico, ¿verdad? Sin embargo, en nuestro día a día tenemos infinidad de pensamientos y verbalizamos muchos de ellos de forma inconsciente.
Desgraciadamente tenemos un chip negativo en nuestras cabezas que nos hace interpretar de forma pesimista lo que nos ocurre.
Y así, día tras día, “el piloto automático” se apodera de nosotros y abandonamos nuestros propósitos con una sensación de fracaso. Volver a empezar se convierte en un obstáculo.
Voy a escoger como ejemplo el propósito de principios del año de: “QUIERO HACER DEPORTE TRES VECES A LA SEMANA”. ¿Qué diálogo mantenemos con esta meta?
- “Necesito quitarme unos kilos de encima, que foca me he puesto en Navidades, que manera de comer…”.
- “Dicen que el deporte es sano. A ver si me muevo ya de una vez”.
- “Tengo que desconectar del trabajo, cuidar mi alimentación y relajarme… he de des estresarme y hacer deporte, si no me da algo”.
Esta dialéctica proyecta:
1) Una necesidad interna, porque el exterior no nos gusta.
2) Un deseo de encajar, ya que escogemos objetivos que nos dicta la sociedad.
3) Una obligación que nos autoimponemos.
No pretendo juzgar. Es cierto que a veces nuestro exterior nos mueve a buscar soluciones a nuestro estado, motivándonos. Lo que os retaría aquí es a preguntaros: ¿para qué hago lo que hago? ¿Qué significa para mi triunfar en este objetivo?
Vamos a observar cómo nos hablamos en nuestro día a día mientras intentamos conseguir nuestro propósito:
Antes de un entrenamiento:
- “Estoy súper cansada, no sé si podré hacerlo al 100%”
- “Otra vez más de lo mismo, ¡qué pocas ganas¡”
- “Estoy súper estresada… con la bien que se está en el sofá…”
Durante el entrenamiento:
– “Hoy no puedo…”
– “Tengo que recoger a mis hijos, ir hacer la comprar, ordenar la casa, hacer la cena…”
Puede que hayas superado el entrenamiento, ¿Pero vosotros creéis que esta actitud ayuda a despejarse y a conseguir ese objetivo a largo plazo?
Sugerencias para mejorar:
- Sé consiente de tu forma de hablar y poco a poco empieza a sustituirlo de forma más real y compasiva contigo mismo. Ejemplo, en vez de:
“Estoy súper cansada, no sé si podré hacerlo al 100%”
“Hoy empezaré suave, sin prisas. Hay días que estoy a tope y otros no tanto. No pasa nada, hago aunque sean 20 minutos, sé que me sentará bien.”
- Enfócate en lo que ganas al hacer deporte. Tendemos a enfocarnos en lo negativo, en la pereza que nos da y en lo difícil del ejercicio, pero ¿Y si ponemos atención a los sentimientos de después del entrenamiento? La sensación de superación, de sentirte más relajado, contento, de esa ducha calentita y esa cervecita del final. Focaliza ese momento de descanso en el sofá sabiendo que has hecho los ¨deberes¨.
Concedámonos pequeños premios por nuestro esfuerzo.
¿Por qué no?
Volver a hacer deporte es posible con Ánimae.
Para cualquier duda, estoy aquí para ayudarte!
Marisa Richelle de Jong, Psicóloga
Nº Colegiado: CV13166
Dirección- Edif. Servitur, Ctra. Finestrat (CV 758), 03502, Benidorm, Alicante
Teléfono 626461756 / marisa.richelle.psicologa@gmail.com / www.marisarichelle.com
GRACIAS
Sin Comentarios